Cada vez es más habitual escuchar a un amigo decir ‘tengo que ir a terapia’, o ‘tengo cita con mi psicólogo’. Y es que la salud mental es una parte fundamental de nuestro bienestar general, cada vez lo tenemos más claro. Pero sorprendentemente, aún existe un estigma persistente en torno a la búsqueda de ayuda psicológica.
A menudo, cuando se sugiere a alguien que considere la posibilidad de acudir a un terapeuta o psicólogo, la respuesta es un rechazo rápido, a veces acompañado de una sensación de ofensa o incredulidad. Frases como «Yo no estoy loco» o «¿Me estás diciendo que estoy loco?» son lamentablemente comunes, lo que plantea la pregunta: ¿Por qué sigue siendo un tabú la terapia en nuestra sociedad?
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La necesidad de un cambio de perspectiva
En realidad, la idea de que solo las personas «locas» buscan ayuda psicológica es profundamente errónea. Para ir a terapia no hay que estar «loco»; sino ser consciente del bienestar emocional y mental propio. Es tan importante como someterse a un chequeo médico regular o cuidar de tu salud física.
El estigma que rodea a la terapia proviene en gran parte de la falta de comprensión sobre lo que implica y de la creencia errónea de que solo las personas con trastornos mentales graves la necesitan, algo que viene de lejos y que poco a poco está cambiando.
¿Por qué ir a terapia?
La realidad es que ir a terapia puede ser beneficioso para una amplia gama de problemas y situaciones, desde lidiar con el estrés y la ansiedad hasta mejorar la calidad de las relaciones interpersonales. Las razones para buscar ayuda psicológica son variadas y legítimas. Algunas de las razones más comunes incluyen:
- Mejorar nuestras relaciones: La terapia puede ayudar a las personas a comunicarse de manera más efectiva, resolver conflictos y fortalecer sus vínculos con amigos y seres queridos.
- Manejo del estrés y la ansiedad: En un mundo de demandas y presiones laborales y familiares, la terapia puede proporcionar herramientas para gestionar el estrés y la ansiedad de manera efectiva.
- Autoconocimiento: La terapia ofrece un espacio seguro para explorar tus pensamientos, emociones y comportamientos, lo que puede llevar a un mayor autoconocimiento y crecimiento personal.
- Superar traumas y pérdidas: La terapia puede ser fundamental para sanar y recuperarse de experiencias traumáticas o pérdidas.
- Desarrollo personal: Ayuda a las personas a establecer metas y objetivos en la vida, y a trabajar en su desarrollo personal y profesional.
La salud mental importa (y mucho)
Ignorar la salud mental puede llevar a una sensación de vacío interno y a una «cárcel interna» que afecta tu felicidad y plenitud.
Es alentador ver que, en la actualidad, más personas están desafiando este estigma y reconociendo abiertamente su participación en la terapia. Las conversaciones sobre la terapia se vuelven cada vez más comunes, y los jóvenes, en particular, están liderando este cambio cultural. Utilizan expresiones como «Mañana no puedo quedar, que tengo terapia» o «Ve a terapia amigo, lo necesitas». Estas afirmaciones reflejan un entendimiento más profundo de la importancia de cuidar la salud mental y emocional, y las redes nos ayudan a darle visibilidad.
Buscando fortaleza en la vulnerabilidad
Pedir ayuda no es señal de debilidad, sino de fortaleza. Reconocer que necesitas apoyo emocional y psicológico es un paso valiente hacia el autodescubrimiento y el bienestar. La próxima vez que alguien te cuente que está acudiendo a terapia, en lugar de mirar con lástima, considera mirar con admiración. Cada uno de nosotros, en algún momento de nuestras vidas, puede beneficiarse de ir a terapia.
La salud mental importa, y es hora de abrazarla sin tabúes.