“La curiosidad siempre ha sido una de mis mayores compañeras. Es el impulso que lleva a explorar y de ahí a conocer, a descubrir. Ese es el camino que me llevó a encontrar la psicología y desde ese momento se adhirió a mí, quedando ligada para todas las expediciones que me quedan por hacer. En ella me refugio, y, junto con mi familia, me proporciona ese lugar cálido en el que deposito mi ser cuando está vulnerable y también cuando irradia energía. De ahí que, al igual que a mí, la psicología puede servirle a todo aquél que busca una esperanza, una salida, una frase de aliento, pero hay que iniciar la búsqueda dentro de nosotros. La función del psicólogo es acompañar en todo momento en esa búsqueda, en la aceptación del dolor, que también tiene cabida, en la comprensión de quién somos y el por qué, en el autoconocimiento y en seguir caminando, llegado el momento, como dueños de nuestros propios pasos.”